A ILLA DE AROUSA, CONOCE EL PARAÍSO DE PONTEVEDRA
A Illa de Arousa, localizada en el epicentro de A Ría de Arousa, en Pontevedra, es sin duda uno de los municipios con mayor valor natural, tradicional y paisajístico de la comarca.
Perteneciente a las conocidas Rías Baixas, destaca sin lugar a dudas por el carácter de sus vecinos, los arousanos, la tranquilidad y armonía que se respira en la isla, y la pasión por mantener y cuidar sus tradiciones y cultura. Esto provoca que cualquier visitante que llega A Illa de Arousa acabe volviendo, encandilado por su geografía, la forma de tomarse la vida que contagia las calles del lugar, con su alegría y expontaneidad, su gastronomía o la naturaleza que se extiende por todo el municipio, entre otras muchas cosas, que hacen de este un lugar único.
SU ENTORNO
Con una superficie de 7 km2, son 36 km los que recorren su costa, y localiza su punto más alto en el “Mirador do Con do Forno” con 69 metros de altura al nivel del mar. Se comunica con el continente gracias a un puente. La inauguración del tan popular puente de casi 2 km de longitud que lo une con el pueblo más cercano, Vilanova de Arousa, data del año 1985 y ha llegado a ser considerado uno de los más largos de Galicia, convirtiéndose en su día en una construcción para dar ejemplo.
Y como buen pueblo vecino de A ría de Arousa, y manteniendo uno de los puertos más importantes de la zona, A Illa de Arousa se convierte en el punto central para disfrutar de la gastronomía típica de Galicia, degustando los sabrosos tesoros que guardan nuestras aguas, como las almejas, berberechos, navajas o mejillones.
El hecho de localizarse en uno de los lugares más importantes de Pontevedra para la pesca y captura de marisco, hacen que el lugar sea uno de los más reconocidos a nivel internacional de As Rías Baixas, provocando que en el municipio se cuenten hasta 5 puertos pesqueros diferentes, siendo el puerto de “O Xufre” el que tiene una mayor relevancia debido al gran tráfico de marisco que se mueve en él.
Sin duda, para los arousanos, el mar es algo más que su medio de vida, es su naturaleza y en ella vuelcan todo su empeño y respeto, formando parte de su vida, y provocando que las acciones y actitudes que tomen los vecinos lo tengan siempre presente.
Dicho sea que si es por una gran variedad de motivos los que llevan a los visitantes a conocer la isla, uno de los factores principales es la naturaleza que rodea A Illa de Arousa. El desarrollo del pueblo siempre ha tenido presente el respeto medioambiental, lo que ha generado grandes zonas verdes fuera de la mano del hombre. Es por ello que la Unión Europea le otorgó un reconocimiento.
Entre los lugares que podemos señalizar, se encuentran el Parque Natural de Carreirón, el islote de Areoso (reserva a la cual solo se puede acceder por transporte marítimo), el Faro de Punta Cabalo y el “Mirador do Con do Forno”. Sus playas son conocidas en toda la comarca, siendo las que guardan una mayor repercusión “A Area Secada”, “O Bao”, O Cabodeiro”, “A Lavanqueira”, y “Espiñeiro”. Todos estos rincones tan bellos por descubrir son posibles de conocer gracias al acondicionamiento de tres paseos marítimos a lo largo de los 36 km de costa que tiene A Illa de Arousa.
LA HISTORIA QUE LA RODEA
Hoy en día conocemos que la isla fue habitada desde épocas antiguas gracias a la existencia de restos de las culturas pasadas, tales como una necrópolis romana que se localiza en la playa de “Os Bufos”, hasta llegar a los días de hoy, en los que A Illa de Arousa es un municipio reconocido. Son muchas las historias que relatan las idas y venidas que ha sufrido este pueblo a lo largo del tiempo debido al gran interés que se situaba sobre ella.
Pasando por las manos de reyes y clérigos, la isla cuenta con total autonomía desde 1995, cuando tras una lucha administrativa constante por desvincularse a nivel municipal de Vilanova de Arousa, consiguió ser reconocido como un pueblo con total capacidad.
La autonomía del municipio siempre ha sido un tema muy presente en los arousanos, que veían como los intereses de unos pocos sobre el lugar condicionase el bienestar de un pueblo que exigía tal reconocimiento.
Todo viene derivado cuando en el año 1873, y tras darse una serie de reformas administrativas, A Illa de Arousa dejo de ser considerada un municipio, y pasó a pertenecer a Vilanova de Arousa (a excepción de los años comprendidos entre 1935 y 1945, en los cuales formaba parte de Vilagarcía de Arousa). Esta situación que tenía disconforme a sus vecinos, se prolongó hasta que en el año 1995 obtuvo un gobierno municipal independiente. Es quizás este hecho el que más ha marcado el carácter de los arousanos, que profesan el amor que sienten por su tierra sin tapujos, debido a que hoy si pueden disfrutar de ella sin ninguna traba administrativa, y ven como A Illa de Arousa es realmente suya.
Un hecho que refleja esta inaguantable situación administrativa para los arousanos es que, el 7 de octubre de 1934 se declarase la República Federal de A Illa de Arousa. Esta situación no duraría mucho, puesto que un día después, el 8 de octubre, las autoridades toman control de la situación.
Junto con el reconocimiento municipal, la construcción del puente son los sucesos más relevantes en la zona de las últimas décadas.
Esta construcción, inaugurada el 14 de septiembre de 1985, ha sido sin duda uno de los factores que más ha influido en el municipio, provocando un desarrollo en él poco visto en la comarca. Poniendo fin al aislamiento que vivían sus habitantes, los cuales solo contaban con embarcaciones marcadas por unos horarios para llegar al continente, el puente posibilita el desarrollo económico dentro del municipio, puesto que se abaratan los costes de los productos al llegar por carretera sin la necesidad de costear un barco. Además amplía las posibilidades educativas y sanitarias de sus habitantes, que vivían situaciones insólitas para poder ir al hospital, o la necesidad de costear grandes gastos para realizar estudios superiores.
Además, abrió las puertas de este paraíso para todos los vecinos de la comarca y los alrededores, que vieron como el acceso a la isla era más fácil, lo que provoco al mismo tiempo un gran desarrollo turístico en la zona. De este modo todo aquel que lo desease puede disfrutar de las reconocidas fiestas que se celebran en A Illa de Arousa, como son sus carnavales o las diversas fiestas gastronómicas, o de los maravillosos rincones naturales que se encuentran por toda la geografía arousana.
MOTOR ECONÓMICO
Gracias a su localización geográfica, y a la construcción del puente, A Illa de Arousa se ha convertido en las últimas décadas en uno de los municipios con mayor repercusión pesquera de As Rías Baixas. El tráfico de marisco generado en sus puertos tiene un gran volumen, lo que ha provocado un incremento del nivel económico y social de la población. Es sin duda uno de los lugares más cotizados en el marisqueo, siendo parte de su paisaje el ver a las mujeres capturar las almejas y berberechos en las playas del litoral arousano.
Pero aunque el mayor auge venga en nuestros tiempos, es necesario nombrar que en la isla siempre se caracterizó por su explotación pesquera, constando como uno de los actos más relevantes la inauguración de la primera fábrica conservera de Galicia en el año 1879.
Es en el año 1845 cuando Juan Goday, un empresario catalán, ve en A Illa de Arousa una oportunidad para implantar la industria del salazón y la pesca de sardina en As Rías Baixas. Debido al gran desarrollo, en 1879 se empiezan los primeros trabajos en toda Galicia en una fábrica de conservas, marcando un hito que pone el municipio en boca de todos.
Podríamos estar hablando de A Illa de Arousa horas y horas y estamos seguros de que aún tendríamos mucho más por contar. Quizás lo mejor para poder conocer más sobre la isla es visitándola, hablando con su gente, disfrutando de sus festividades y conviviendo con sus tradiciones, saboreando su gastronomía y envolviéndose por su naturaleza. Solo así se puede entender el amor que profesan sus vecinos por esta isla.